LA CAUSALlDAD INTERNA 2/3
LA CAUSALlDAD INTERNA
La aparición y progresión de su valor .
La aparición y progresión de este valor de la conciencia como principio de identificación que une y hace iguales a todos los hombres, ha transcurrido con grandes dificultades. El hombre ha vivido mucho tiempo sin reconocerse como unidad. La Familia, la Ciudad o el Estado, le concedían derechos como parte de sus propias unidades. Sus derechos le llegaban de aquellas formaciones externas, pero nunca de su propia unidad que ni siquiera pensaba como existente.
Cuando Roma extiende geográficamente su Administración, el hombre se distancia físicamente del Estado. Con este alejamiento comienza a sentir su propia libertad y responsabilidad.
Aparecen sus derechos fuera del Estado.» Es la primera sensación de unidad. Pero es una sensación
incompleta porque esta unidad que se percibe se proyecta solo hacia fuera configurando derechos sobre las cosas y las personas. Tiene un contenido externo y esencialmente jurídico.»
La moral estoica comienza a descubrir una dimensión interna en esta sensación de unidad. Pero no depender más que de sí mismo supone una dinámica en la que la voluntad predomina. Sólo unos pocos podrán lograr este predominio que conduce a la soberanía de «juicio y de poder».»
Esta dimensión interna no puede por consiguiente generalizarse y no siendo común a todos los hombres no sirve para definir su unidad.
El cristianismo es el gran esfuerzo hacia el conocimiento de un principio que valga como general en los hombres .
La totalidad de sí en el hombre es la totalidad misma de Cristo». Pero la escolástica impedirá que esta esencia se entienda como general y común. «Aunque la esencia sea igual en todos los hombres no aparece con la misma fuerza en cada individuo a causa de la materia que la contrae según proporciones diferentes. La luz es la misma en todos los hombres, pero conservando la unidad completa del cuerpo humano esta luz no brilla necesariamente en todos con igual fuerza. »Semejante limitación impuesta por la materia nos dice que continúa sin conocerse un dato que por su propia virtualidad sea capaz de imponerse sin reservas. Pero la gran circunstancia histórica estaba próxima.
Fuente: La responsabilidad sin culpa
José Luis Heredero. Ediciones Nauta.1964
